¡Qué dilema! estamos por emprender nuestras vacaciones en Toscana
pero a Fido y a Fufi ¿con quién los dejamos ? ¡Sí!, porque muchas de las estructuras receptivas (hoteles, residence, bed & breakfast, etc.) no admiten animales en su interior, sobretodo si no son de talla pequeña.
Entonces, con tristeza y con un ‘ulterior gasto que añadir al presupuesto de las vacaciones, estamos obligados a buscar una pensión para animales o pedir la ayuda de amigos o parientes, por el periodo de nuestro viaje.
¡Sin embargo, mirando bien, habría otra solución!
Muchas villas toscanas , también aquellas situadas en las ciudades de arte como Florencia, Siena y Arezzo, aceptan la presencia de animales, sean perros o gatos.
Si optamos por una casona o una casa rural en Toscana , entonces los amplios espacios verdes , que circundan la casa vacacional, serán la felicidad de nuestros inseparables amigos de cuatro patas, que podrán correr, jugar y explorar nuevos e intrigantes ambientes.
Una villa en un balneario Toscano , en fin, consentirá largos paseos sobre la arena y para Fido también un simpático chapuzón en el agua.