Participar a las actividades rurales revela el patrimonio de la tradición local. A todas las edades, pero sobre todo para los niños, vendimiar o llevar las aceitunas a la trituradora, se convierte en una experiencia única.
Algunas haciendas agroturísticas tienen entretenidas áreas dedicadas exclusivamente a los más pequeños: parque de juegos con columpios y resbaladeras inmersas en el verde de los paisajes toscanos, piscinas poco profundas o armables para permitir también a los niños chapotear en el agua en toda seguridad, etc…
¿De viaje con mamá y papá? ¡Ché aburrido! La presencia de varias familias al interior de una misma estructura receptiva ofrece la ocasión de socializar entre coetáneos.
La mayor parte de los apartamentos en agroturismo de Toscana dispone de cocina o de una pequeña cocina americana. La gestión autónoma de las comidas se vuelve casi indispensable para los padres con hijos en edad infantil.
El servicio baby-sitter (generalmente bajo pedido) garantiza a los padres una estadía sin demasiadas preocupaciones.