Algunas estructuras agroturísticas se encuentran a pocos kilómetros del mar. Es más, si no deseas manejar, puedes aprovechar el servicio de transporte, que la mayor parte de los agroturismos pone a disposición de sus huéspedes.
Hoy: tumbona y sombrilla, surf, vela... Y mañana: trekking, excursiones a caballo o en bicicleta. Visitas a aldeas medioevales, antiguas parroquias y museos. ¿La costa de Toscana? Las vacaciones para todas las estaciones. En verano, ¡nadar! En invierno, el clima temperado de las localidades marinas te regala, de todos modos, una placentera estadía al descubrimiento de lugares de los mil rostros.
Mares y montes dialogan a lo largo de la riviera apuana y lunigiana. En Versilia, la playa hace eco a negocios de lujo… y a locales nocturnos como la histórica “Capannina”. El área pisana conserva sugestivos rincones naturales. Aldeas medioevales, parques y oasis protegidos hacen de marco a los acantilados de las Costas de los Etruscos. Además, está la elegantísima y salvaje Maremma: la tierra de los vaqueros (“butteri maremmani”) y de las localidades balnearias más exclusivas. El agroturismo toscano te hace conocer los secretos escondidos entre el verde y el mar.