Unos días en el verde… a dos pasos de Florencia . En Mugello redescubres la fascinación de la naturaleza sin tener que renunciar a un viaje a la ‘ciudad del arte’. Bastan pocos minutos en auto, en bus… en tren (¡la famosa “Ferrovia Della Faentina”!) para llegar al centro de la capital.
Es más, aún durante un breve fin de semana en los agroturismos de Toscana, por qué renunciar a la belleza de los antiguos centros habitados, castillos y antiguas parroquias situadas en el territorio de Mugello?
En Mugello transcurre una placentera estadía en contacto con la naturaleza, aún estando a pocos kilómetros del centro de Florencia. Ya en el siglo XV, Lorenzo el Magnífico se escapaba de la “política de Florencia”, deteniéndose un tiempo en la bellísima villa “Cafaggiolo” en Mugello. Y en la quietud de la campiña redescubría la alegría de la vida… En resumidas cuentas ¡“Quién quiera ser feliz, sea…”!
En el periodo natalicio, varias haciendas turísticas toscanas de la zona, regalan el boleto del tren de la “centenaria Ferrovía Faentina”. ¿Prefieres detenerte en los mercaditos de los pueblos del Mugello… o correr directamente a la Estación de Santa María Novella, bajando para hacer Shopping bajo las miles de luces de la “Ciudad del ‘Giglio’ (lirio)”?
¿Amas la actividad al aire libre? Mugello se presta naturalmente a bellísimas excursiones a pié, en mountain bike, a caballo... a lo largo de magníficos senderos circundados de árboles centenarios (hayas, castaños…). Es más, el territorio permite practicar muchos otros deportes: golf, canoa, tiro al arco…
Y después de tanta fatiga en vacaciones, ¡regenera el físico con un buen plato de la tradición local! En la mesa de una casona rural o de una granja de Mugello “el paladar se deleita”. Como aperitivo prueba la “polenta frita con hongos” o una sabrosa “bruschetta”. Después pasa al primer plato: “ravioles de papa”, “fideos al tartufo”… La amplia gama de segundos no impide probar una tajada de queso “pecorino mugellese”. Unas galletas dulces (zuccherini, bocche di dama, etc.) o un par de buñuelos de arroz... Y finalmente, un vasito de licor “Gemma d’abete”.