Desde las colinas florentinas hasta Siena se escucha… “cantar al gallo negro”. La bellísima área geográfica, ya indisolublemente ligada a la producción del famoso vino Chianti, se presta a relajantes vacaciones al contacto con la naturaleza.
¿Cuál es la magia del Chianti clásico? Predominancia de Sangiovese (del 75% al 90%). Gradación alcohólica mínima de 12° (12,5° para el vino de la reserva). Color rubí vivaz, que tiende al granate con el añejamiento. Olor intensamente vinoso, también con perfume de violetas, fuerte, y con pronunciado carácter de fineza en la fase de añejamiento. Gusto armónico, seco, sabroso, ligeramente tánico, que se afina con el tiempo a un suave aterciopelado…
Las haciendas agrícolas toscanas de Chianti prevén generalmente degustaciones de vinos típicos locales. Algunas además organizan visitas guiadas (generalmente bajo reservación) a los viñedos y a las cantinas para profundizar las fases fundamentales del proceso productivo: maceración de la uva, vinificación, embotellamiento, etc...
El Chianti clásico se combina perfectamente a la cocina tradicional toscana. Vale la pena probarlo acompañado con quesos maduros, producidos en la zona, como el sabroso “pecorino” (queso de oveja).