Desde los dormitorios de los agroturismos toscanos, frecuentemente recabadas del interior de antiguas casonas campesinas de Casentino, se escucha el silencio místico de bosques milenarios. Aquí, San Francisco recibió los estigmas. Y Miguel Ángel Buonarroti, Dante, D’Anunzio, Dino Campana, etc…. encontraron inspiración. Concédete un viaje lejos del caos cuotidiano de las metrópolis, redescubriendo la dimensión sin tiempo de la naturaleza.
Durante tu estadía, así sea breve, no te pierdas las excursiones (a veces organizadas por la misma hacienda agrícola) en los maravillosos bosques casentineses hasta las reservas naturales integrales de Sasso Fratino y La Pietra. Las huellas de los animales salvajes (lobo, zorro, tejón europeo, comadreja, garduña, zorrillo, ciervo, venado, roe, muflón, jabalí, liebre, talpa, ardilla, puerco espín, etc.) ¡te acompañarán a lo largo del recorrido! La red de senderos del Parque Nacional comprende itinerarios más o menos largos, que se adaptan tanto a los encallecidos caminadores como a los novatos.
En vacaciones nunca renunciar a la “buena mesa”. En los restaurantes de los agroturismos en la Toscana del Casentino, déjate tentar por las especialidades de la cocina típica local: “crostini” o picatostes de col negra, ravioles de papa, sopas a base de legumbres, quesos (pecorino del casentino, ricota, raviggiolo, etc.). ¿El ingrediente principal de los platos pobres de la tradición? La castaña, consumida fresca, seca o molida. Con la harina dulce se prepara pan, polenta, baldino (exquisitez con piñones, pasas, hojas de romero...), etc.