Al centro de un triángulo cuyos vértices están representados por las plazas: Santa María Novella, del Duomo (Catedral Santa María del Fiore) y San Marco, se encuentra el barrio de San Lorenzo.

Aquél que para muchos fue el ‘distrito de los Medici’ debe su nombre a la homónima plaza, sobre la cual mira una de las más importantes edificaciones de culto de la ciudad: la Basílica de San Lorenzo (para mayores informaciones leamos también el capítulo “Las otras iglesias de Florencia” presente en la guía turística).

Atravesado por un dédalo de callejuelas y callejones, su corazón pulsante está representado por el Mercado Central (estructura de fierro en su mayor parte, hierro fundido y vidrio, inaugurada en 1874 para la Exposición Internacional de la Agricultura) y de los tantísimos puestos de souvenir y vestuario en cuero, que durante el día están bien exhibidos frente a los palacios y los apartamentos que miran sobre este rincón de Florencia.

Es, sin sombra de duda, la zona en la cual mejor podemos respirar la ¡atmósfera típica de la ciudad!

Manteniéndonos en el tema de plazas y mercados de Florencia, debemos señalar el mercado de Sant’Ambrogio, entre la plaza Ghiberti y plaza Sant’Ambrogio, en el barrio de Santa Croce. También esta estructura, como la de San Lorenzo, fue realizada en los años setenta del siglo XIX con diseño de Giuseppe Mengoni.

Entre las diez cosas que hacer en las vacaciones, si hemos reservado un apartamento en Florencia en zona Plaza Ghiberti... es la de rebuscar entre las muchas pastelerías del barrio, la única especializada en recetas a “estrellas -y-rayas” (USA): brownies, cookies, Apple pie...