Por la belleza, el centro histórico de Florencia es Patrimonio Mundial de la Humanidad;
Por la cercanía con los más importantes museos de Italia y del mundo (Ejemplo: los Uffizi);
Por la simplicidad para llegar al Duomo, Palacio Vecchio, la Basílica de San Lorenzo...;
Por la cercanía con la estación ferroviaria de Santa María Novella;
Por el amplio abanico de medios públicos (bus y tranvía) con los cuales llegar a otras zonas de la ciudad;
Por la presencia de numerosas tiendas de artesanos y de antiguos oficios donde hacer shopping;
Por la posibilidad de degustar las características “comida de la calle” cocidas en kioskos;
Por la vivacidad de la vida nocturna, con una amplia selección de locales donde hacer ‘happy hour’ o bailar;
Por la proximidad con el Parque delle Cascine, donde transcurrir un día de absoluto relax;
Finalmente, por la exclusividad de alojarse en antiguos palacios señoriles, finamente reestructurados.