Podemos comenzar haciéndonos traer un azafate de ‘rebanado de cinta de Siena’ y salchichas de jabalí. Tal vez, alguna ‘bruschetta’ (pan tostado) con ajo y aceite o un poco de ‘panunto col cavolo (lonja de pan tostada sobre brasas, aderezada con aceite, ajo, sal y remojada, por unos instantes, en el agua donde ha sido hervida una col). Y los infaltables ‘crostini di fegatino’ (tostaditas untadas con paté de hígado n.t.) o aquellos hechos con polenta frita y salsa de hongos, variedad “porcini”.