Saena Iulia es el nombre, que los antiguos romanos dieron a una colonia militar, edificada en la Toscana meridional. Pero los orígenes de la ciudad del Palio, son recordados también en su emblema, o balzana: un escudo con la parte superior blanca y la parte inferior negra, al centro una loba que amamanta a Senio y Ascanio, los dos hijos de Remo.

Y sin embargo, en la misma zona, ocupada por los romanos, se han encontrado huellas de precedentes asentamientos etruscos.

En el Medioevo, Siena se vuelve cada vez más importante. Su suerte es también la de encontrarse a lo largo del camino a Roma: la “vía Francígena”, antiguamente llamada vía Frencesca, Romea o Franchigena, y que desde Canterbury llegaba hasta la ciudad de los papas, atravesando todo el territorio de Siena.

E precisamente su crecer de importancia en la Edad Moderna, durante el proceso de desarrollo de los centros urbanos, que llevará a Siena a confrontarse y chocar con Florencia.
Una rivalidad, aquella entre Siena y Florencia, inmortalada también en los dichos populares: “Cuando Siena llora, Florencia ríe”.

En 1260, la tropas gibelinas de Siena, derrotaron a las güelfas florentinas en la “Batalla de Montaperti”, para luego ser derrotadas en 1269, en la “Batalla de Colle Val d’Elsa”; en fin, en 1555, el asedio de las armadas de Carlos V, llevó a la definitiva capitulación de la República de Siena.

Alquilar una villa o una casa rural en Siena , será un poco como revivir la historia de la ciudad en primera person.