¿Partiendo desde nuestra villa o casa rural en alquiler en Siena , hemos ya visitado toda la ciudad del Palio? Nada de qué preocuparse, nuestras vacaciones en Toscana pueden siempre proseguir con pequeñas giras de un día por las características aldeas medioevales de Siena.

Iniciamos con un viaje entre las bellezas de Montalcino, Montepulciano y Pienza… o si preferimos: entre vino, “pici” (tipo de pasta n.t.) y percorino (queso de oveja n.t.).

Nuestro viaje podría iniciar con una etapa Siena-Montalcino. Unos 40 kilómetros dividen ambos municipios. Acercándonos a aquella que es la patria del “Brunello” (vino tinto n.t.), iniciaremos a distinguir el perfil de la “Rocca”, Fortaleza construida por los seneses en 1361; desde sus torres es posible ver, en los días de cielo despejado, Chianciano Terme, San Quirico d’Orcia y los vecinos Montepulciano y Pienza.
Y antes de dejar Montalcino, es de obligación saborear un helado al “Brunello”, que producen cerca del Palacio Municipal.

El tour puede proseguir en dirección a Montepulciano. En el camino que nos conduce a la ciudadela, que fue set de uno de los capítulos de la saga Twilight, encontraremos Pienza.

Surgió en el 1500 como la ciudad ideal, Pienza debe su forma actual a la voluntad de Papa Pio II, que nació cuando todavía el centro habitado se llamaba Corsignano.
Ejemplo de aquella arquitectura, a medida de hombre, deseada en Edad Moderna, es la Plaza Central, sobre la cual miran la Catedral y los Palacios Municipales, Piccolomini y Obispal.

En fin, llegamos a Montepulciano, que vale la pena atravesar, caminando sobre su sendero en subida que llega hasta la Plaza Grande.