primero, porque la llamada "ciudad de piedra encantada" es un lugar a medida del turista y es que, para llegar a un monumento, que los hay muchos imperdibles, o a un museo, no tendremos que sufrir extenuantes horas de espera;
segundo, porque si amamos vivir a estrecho contacto con la naturaleza, en este rincón de la región nos encontramos ‘rodeados’ por viveros, montañas, reservas naturales… además, para los turistas “under 18” (pero no solo para ellos) recomendamos el Jardín Zoológico con casi 600 especies de animales, entre las cuales, los infaltables osos, símbolo de la ciudad;
tercero, porque unas vacaciones en Toscana es siempre un viaje en los sabores y en el gusto de una de entre la más renombradas cocinas, y por estos lugares, podemos conocer, pero sobre todo degustar, productos que será muy difícil encontrar en otros sitios. ¿Alguna sugerencia? La "pattona" (surgida de polenta oscura), los "necci" (crepes preparadas utilizando también las hojas del castaño), las tantas producciones del ‘Chocolate Valley’...;
cuarto, porque desde Pistoia podemos llegar fácilmente a Florencia y a las otras principales ciudades de arte de la Toscana;
finalmente, quinto, porque unas vacaciones en Pistoia las podemos transcurrir, sea en el periodo de verano como en el invernal, sin riesgo de aburrirnos.