El nombre “Maremma” parece derivar del latín “loca marítima”, lo que significa, aquellas zonas donde los cordones de arena formados en las desembocaduras de los ríos se cerraban, delimitando pequeñas lagunas y pantanos, que luego se iban llenando. Entonces “Maremma” era inicialmente solamente la zona costera y en siglos más recientes ha comenzado a indicar toda el área a la cual también hoy en día se hace referencia.

Una población inicial de las zonas de las colinas de la Maremma ha sido obra de los Umbros, seguidos luego en el siglo VIII a.C. por los Etruscos, pueblo ingenioso y avanzado que da vida a pequeñas ciudadelas importantes como “Vetulonia”, “Vulci” y “Populonia”, y más tarde también a “Roselle”, “Orbetello” y, más al Este, “Pitigliano” y “Sovana”. La red urbana consiente a los Etruscos explotar los recursos mineros y el comercio marítimo hasta la caída de su civilización a manos de los Romanos, en el siglo III a.C.

A los Romanos se debe la gran obra de “infraestructura” de la Maremma, con la reconstrucción de puertos y carreteras y la construcción de un eficiente sistema de canalización que favorece el paso del cultivo del olivo al de los cereales y al pastoreo.

Con las invasiones barbáricas la población se retira hacia el interior y asistimos a la construcción de fortalezas y castillos sobre toda el área de las colinas hasta todo el Alto Medioevo. La zona costera es abandonada y se convierte cada vez más salvaje, sobre todo a causa de la falta de mantenimiento de los canales y al formarse de vastas zonas pantanosas, infestadas por la malaria.

Primero Pisa, luego Siena y finalmente los Medici de Florencia ejercitan su control sobre la Maremma usufructuando de sus riquezas minerales y agrícolas hasta 1600. Las zonas costeras son sucesivamente cedidas a los españoles que las organizan para la defensa militar contra los ataques sarracenos, fortificando Puerto Ercole y Orbetello.

Pero el territorio de la Maremma permanece en gran parte malsano y es solamente bajo los Gran-duques de Lorena que se comienza la obra de recuperación de los pantanos en manera estructural. Un larguísimo trabajo, que continúa también después de la Unidad de Italia en 1861 y es finalizado por Mussolini en los años 30.

El período de la post guerra vio la crisis de la minería y la Maremma, en un cierto sentido, se “reinventa” valorizando su amplio patrimonio histórico-cultural, naturalístico y eno-gastronómico. Hoy en día unas vacaciones en Maremma, alquilando una casa rural o una villa, representan así un viaje ¡en un escenario inolvidable, rico en experiencias diversas y con una relación calidad/precio excelente!