La Maremma es un área entre las más bellas de Italia, que fascina, sobre todo, por la variedad y la fuerza un poco salvaje de sus paisajes. Es una especie de gran oasis natural que los habitantes de la Maremma y las autoridades locales han sido muy buenos en proteger, creando bellísimos parques y reservas naturales.

La Maremma incluye 3 Parques, 21 Reservas Naturales y 42 Sitios de Interés Regional (SIR). Para darse sólo una idea de la inmensa riqueza natural de la que estamos hablando, podrían echar un vistazo al mapa y a la galería fotográfica del sitio www.maremmariservadinatura.it.

El área protegida más grande e importante es el Parque Natural de la Maremma , llamado también “Parque de la Uccellina”, que se extiende por casi 90.000 hectáreas entre Grosseto, Magliano en Toscana y Orbetello, comprendiendo pinares, áreas pantanosas y lagunares, costas arenosas y pastizales: un paraíso, como se lee también en el sitio mismo del parque: www.parco-maremma.it.

Las islas principales, entre las cuales, también, “Il Giglio” y “Giannutri”, en cambio, forman parte del Parque Nacional Archipiélago Toscano, instituido en 1986.

En cuanto a las reservas naturales no tiene otra molestia que la de tener que elegir: Belagaio, Duna Feniglia, Lago de Burano, Laguna de Orbetello de Ponente, Tomboli de Follonica, Scarlino, Poggio Tre Cancelli, Marsiliana y otras más. Todas son bellísimas, pero algunas, como por ejemplo la Reserva Natural Diaccia Botrona, entre Grosseto y Castiglione de la Pescaia, tiene una reconocida importancia internacional en virtud de la Convención Internacional de Ramsar por la tutela de las zonas húmedas como hábitat de las aves acuáticas y de las especies anfibias.

La mayor parte de los parques y de las reservas, y también algunas áreas SIR, están organizadas para proveer visitas guiadas con expertos naturalísticos que les acompañarán para hacerles apreciar aún mejor la variedad floro-faunística. En las reservas lagunares podría ser, por ejemplo, bellísimo hacer una gira en bote.

A veces la naturaleza se conjuga con el arte, como en el particularísimo Jardín de los Tarot de Capalbio, con las esculturas de la artista francesa Niki de Saint Phalle, un tanto inspirado en el parque de Gaudì en Barcellona.

Parques, reservas, oasis forman un inmenso patrimonio naturalístico-ambiental, pero también histórico-cultural al cual acercarse con cuidado y sensibilidad... ¡que permanecerá en vuestra memoria por siempre!