Entre Grosseto y Castiglione de la Pescaia, apenas un poco más allá de la frecuentada playa y del pinar, se encuentra la Reserva Natural Diaccia Botrona, una zona pantanosa poco conocida, pero de increíble belleza y considerada una de las zonas húmedas más importantes de Italia.

La Diaccia Botrona es, en efecto, uno de los pocos pantanos salvados por las macizas obras de recuperación que han comprometido por siglos a toda la Maremma. Parece increíble, pero en la época romana toda esta área estaba ocupada por el mar y aquí surgía el Puerto Traiano. Además, en los siglos, los "tomboli", (=depósitos de arena de aluviones) han cerrado el espejo marino formando primero un lago – el antiguo Lago Prile donde, en el período etrusco, estaban frente a frente Roselle y Vetulonia - y finalmente una laguna.

Hoy en día la reserva comprende un área de más de 1000 hectáreas, de las cuales una pequeña parte es un pantano de agua dulce, mientras las zonas restantes son lagunas salobres.

Tal vez los estanques, marismas y pantanos evocan la idea de un ambiente un poco desolado, pero en realidad ¡no es así! Y quien decida visitar esta magnífica Reserva se dará cuenta rápidamente. Se trata de un hábitat único, ideal para muchísimos seres vivientes, animales y vegetales. Estos frágiles y magníficos ecosistemas ofrecen un espectáculo natural de rara belleza y armonía. Por ejemplo, la Diaccia Botrona es un ¡verdadero paraíso para los “birdwatchers!”.

El período más aconsejado para la visita es la primavera - estación de los acoplamientos y del tránsito migratorio - y el otoño, también por los magníficos colores de los que se reviste la naturaleza. Podría avistar un halcón de pantano, un aguilucho de ciénaga, una agraciada garza blanca, un simpático cuculí crestado o muchos otros inusuales y especiales animales, también simplemente desde el punto de observación privilegiado de la así llamada “Casa Rossa” (Casa Roja): un imponente edificio que tenía las funciones de regulador hídrico para el llenado de los pantanos y adjudicado a “ Ximenes ”, el ingeniero jesuita a quien el Gran-duque de Lorena llamado “ el Canapone ” confió la gestión de las recuperaciones maremmanas. Hoy en día restaurado y trasformado en un moderno y equipado centro de visitas, ocupa una posición estratégica, sobrepuesto entre el Canal Único y el canal Bilogio, que permite la observación de varios puntos y el acceso a los caminos naturalísticos en la reserva. Los guías de la Asociación Maremma Trekking están a vuestra disposición.

En el corazón de la reserva natural, en la localidad Isla Clodia, se encuentran además algunos vestigios de la época romana y los restos de la “Abadía de San Pancrazio al Fango” de origen medioeval.