Villa Catignano fue construida en la segunda mitad del siglo XVI por voluntad de Monseñor Ludovico Sergardi, mejor conocido en el ambiente académico con el pseudónimo de “Quinto Settano”. Un siglo más tarde fue objeto de trabajos de reestructuración, concebidos por Claudio Sergardi.

Dos rampas de escaleras puestas al lado de la sobria edificación, privada de particulares elementos decorativos- siendo la única excepción, el blasón de la familia Sergardi, que se encuentra en el lado sureste – llevan al jardín, subdividido en varios sectores. Los parterres orlados de setos vivos de boj, dejan lugar al invernadero de cítricos, donde un cerco de madera de roble rodea las estatuas de las “Cuatro Estaciones”.

Partiendo de la parte posterior del invernadero de cítricos, una senda de cipreses se despliega hacia el mirador circundado de robles y cipreses.