Casa Museo Puccini - Alrededor de 1815 la familia Puccini se muda a la corte San Lorenzo, tras la muerte prematura de Domenico, gran compositor, por voluntad de la viuda Angela Cerù. En aquella casa, el 22 de dicembre de 1858, nace Giacomo Puccini, último descendiente de una gran dinastía de músicos que inició el señor Giacomo en 1712. En la casa viven ya Michele Puccini y Albina Magi, los padres de Giacomo, la abuela Angela, las hermanas Otilia, Tomaide, Maria Nitteti y la criada Iginia; un gran gineceo al cual se añadirán más tarde Ramelde y Macrina y en donde Giacomo vivirá hasta la muerte de su padre y su traslado a Milán, para continuar con sus estudios, con su hermano Domenico Michele.

Una casa grande, aunque apenas suficiente para aquella numerosa familia, en cuyo interior vivían no uno sino tres músicos, que ha llegado a nuestro días con la subdivisión de las habitaciones originales. Los muebles y las decoraciones también son los originales y representan la memoria viva de preciados fragmentos de la vida de uno de los mejores compositores de la historia de la música que ha dado al mundo páginas inmortales de un melodrama que con él alcanza el ápice para luego rápidamente perderse en nuevas formas musicales.

En la casa, conviven momentos de recuerdos inolvidables de la carrera de Giacomo Puccini: tributos, reconocimientos, autógrafos de composiciones juveniles como la Misa para cuatro voces o el Capriccio Sinfonico, cartas escritas o recibidas de familiares, el piano en el cual dio vida, en la villa de Viareggio, a la obra maestra inacabada de Turandot que se respira en aquellas habitaciones, también a través de un espléndido traje diseñado por Brunelleschi para el estreno absoluto en el Metropolitan de New York en 1926 y que la cantante Maria Jeritza ha donado a la Fundación Puccini.

Pero aún más nos sorprenden, por su pobre dramatismo, las últimas hojas que describen los días que precedieron a su muerte, el 29 de novembre del 1924. Lo habían operado de la garganta, y postrado en una cama del hospital de Bruxelles, no podía más que escribir lo que la voz ya no conseguía pronunciar. Esperanzas y desesperaciones se mezclan en aquellos fragmentos de hojas expuestos detrás de un cristal, hasta aquel último "Elvira, pobre mujer acabada" que resume la historia de un hombre cuyos sentimientos encontraron más esfogo en la música que en la cuotidianidad, ése era su mejor modo de expresarse.

Entre los diversos cuadros, vemos los retratos del señor Giacomo y de su mujer Angela realizados por Giovanni Domenico Lombardi, el de Antonio Puccini, el Escudo de familia, de gran importancia para Giacomo, y un estupendo retrato de éste último, obra de Leonetto Cappiello, que data del 1899 y aparece dedicado a Giacomo.

En la plaza que se encuentra al lado de la casa, plaza Cittadella que toma su nombre del edificio del siglo XVII del mismo nombre, el único monumento dedicado al gran compositor, obra del escultor Vito Tongiani realizado en 1994. ... de "Lucca" (Apt Lucca)