Las podremos definir, las vacaciones en Toscana formato "slow’.

Porque si tomamos en alquiler, por una o más semanas, una casa rural en Garfagnana , podemos estar ciertos que estaremos lejos de confusos y caóticos flujos del turismo en masa.
Relax y privacidad sarán nuestros habituales compañeros de viaje.

Territorio que se extiende sobre 16 municipios encerrados entre los Alpes Apuanos y los Apeninos Tosco – Emilianos, en la provincia de Lucca, la Garfagnana es conocida también como “la isla verde de Toscana”.
Las casas rurales en Garfagnana son estructuras finamente reestructuradas, dotadas del más moderno confort, y se asoman hacia un panorama de colinas trabajadas por el hombre y montañas aún incontaminadas.
Y es precisamente en estas zonas, por decirlo así, ‘silvestres’, que abundan las leyendas : desde el “Puente del Diablo” en Borgo a Mozzano (una estructura que se remonta al 1,300) a la “Gruta del Viento” de Vergemoli (barranco desde el cual circula un viento gélido), de “linchetto” a “buffardello” (duendes locales empeñados en hacer molestas bromas y burlas).
En resumen, si desde una de las casas rurales de Garfagnana , nos dirigimos a algunas trattorías o bares, detengámonos un instante a escuchar los cuentos de los viejos de la zona. Cuentos fascinantes, como las historias que nos contaban de pequeños.

Además, desde nuestra casa rural en Garfagnana, será simple llegar a las murallas de Lucca, las doradas playas de Versilia y a las ciudades de arte de Florencia, Pisa y Pistoia.

Un último consejo: unas vacaciones en una casa rural en Garfagnana , no están completas, si no se han saboreado los “necci” , un tipo de crepes pobres, hechos con harina de castañas y rellenos con ricota.